Este lugar me va perfecto. La piscina infinita y el desayuno delicioso siempre me sorprenden. En mi primera visita, el personal me ayudó con recomendaciones sobre la moneda local. Sin duda, volveré en Navidad.

A. Vistas espectaculares
B. Atención excepcional
C. Desayuno variado

A. Caminos empinados
B. Ducha incómoda
C. Flushing limitado

vistas espectaculares desde la piscina infinita

vista impresionante, ubicación tranquila

habitaciones un poco anticuadas

explora mykonos desde un hotel con vistas maravillosas

Disfruté de una experiencia increíble en este hotel boutique con vistas espectaculares, y lo mejor de todo es que en solo 7 minutos caminando llegas al centro donde puedes descubrir la iglesia de Paraportiani y disfrutar de la vibrante calle Matoyianni. realmente, es perfecto para pasear y disfrutar de los encantos de Mykonos.

Es un hotel encantador con un servicio excepcional y un restaurante que ofrece comidas deliciosas con vistas impresionantes, ¡perfecto para disfrutar de la paz y el relax!

experiencia mayormente positiva

La atención del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar con información sobre la isla y sus servicios. La habitación tenía una vista al mar impresionante, lo cual hizo que cada mañana fuera inolvidable. El desayuno ofrecía opciones deliciosas, lo que me permitió comenzar mis días de forma perfecta.

El camino empinado hacia el centro puede ser complicado para algunos.

El hotel se sitúa en una colina sobre la ciudad, ofreciendo vistas espectaculares que cambian con cada atardecer. Con solo 7 minutos a pie de las principales atracciones, la ubicación es ideal para explorar sin perder tiempo en transporte. Las habitaciones están bien decoradas, especialmente la que tiene vista al mar, lo cual añade un toque especial a la estancia.

Las habitaciones dobles son bastante sencillas, con poca luz y un lavabo ubicado en el dormitorio. La suite, aunque renovada, es algo compacta y la ducha tiene un diseño que provoca que el agua se derrame al suelo, lo cual puede ser incómodo. El precio es un poco excesivo considerando lo que se ofrece, típico de la isla, pero aún así se puede sentir que no todo está a la altura.

La comida europea que probamos fue simplemente increíble, especialmente en el restaurant con vistas al mar. El desayuno a la carta también era muy bueno, ¡perfecto para empezar el día! Además, la atención del personal fue maravillosa, siempre atentos a cada detalle.

Eso sí, el paseo hacia el centro tiene su chiste. Aunque es cortito, puede ser un poco empinado al regresar. Tal vez dejen los tacones en casa y opten por algo más cómodo.

Esto me ha dejado con la boca abierta

Las vistas desde la piscina infinita son simplemente impresionantes. La atención del personal fue excepcional, siempre rápidos y amables. El desayuno tipo buffet ofrece una variedad deliciosa, aunque el precio del restaurante puede ser un poco elevado. A tener en cuenta, el regreso al hotel es complicado por la empinada colina.

Disfruté de una vista increíble desde la habitación y la piscina infinita fue el lugar perfecto para relajarnos y presenciar atardeceres, mientras mi sobrino se divertía. Además, el desayuno era delicioso, especialmente las opciones a la carta.

A mis hijos les hubiera gustado tener más actividades para hacer en el hotel.

Vistas espectaculares desde la piscina infinita

Las vistas desde la piscina infinita son increíbles! El desayuno ofrece una variedad deliciosa que disfruté cada mañana. La habitación era muy cómoda y luminosa, perfecta para descansar después de un día explorando. La atención fue siempre atenta y servicial. Definitivamente, volvería.

As vistas dende a piscina infinita son de deixar sen alento. O persoal, amabilísimo, sempre a disposición. A comida, riquísima, ideal para comezar o día. Con todo, o paseo para chegar ao centro é un pouquiño empinado, así que mellor levar calzado cómodo.

Las vistas desde la habitación son espectaculares, aunque el lavabo es incómodo.

Las vistas desde la piscina infinita son realmente espectaculares, puedes ver todo Chora. Me encantó que en 5 minutos caminando estás en el centro, perfecto para salir a cenar. El desayuno tiene una variedad deliciosa que disfrutas con vistas al mar, aunque el buffet podría mejorar un poco. La habitación es cómoda, luminosa, pero la ducha tiene un diseño que hace que el agua se derrame fuera, lo que puede ser incómodo. El personal es siempre muy amable y atento, te hacen sentir bienvenido. Por otro lado, el precio es un poco elevado, típico en Mykonos, pero siento que la experiencia vale la pena. Un detalle a considerar, el camino de regreso puede ser empinado, así que es mejor usar calzado cómodo.